La azucarera Guadalfeo, también conocida como «Azucarera Nuestra Señora del Rosario » cerró definitivamente sus puertas en el 2006. Tras 145 años de historia desapareció para siempre el ingenio más antiguo en producción de Andalucía y con su cierre también desapareció un cultivo que trajeron los árabes hace once siglos el cual llegó a extenderse por todo el Mediterráneo. Yo estuve allí y esta fue mi experiencia.
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«Jesucristo estuvo en la cruz pero no estuvo en la caña», decía el viejo dicho popular con el que blasfemaba todo aquel que pasaba por las zafras de Motril.
«Jesucristo estuvo en la cruz pero no estuvo en la caña», decía el viejo dicho popular con el que blasfemaba todo aquel que pasaba por las zafras de Motril.
Más de un siglo después, la baja rentabilidad de la caña comparada con otros cultivos, el alto coste de la mano de obra, la caída de los precios del azúcar, la competencia de la remolacha con mayor producción de azúcar -y a menor precio debido a la mecanización de las cosechas- y la aprobación del nuevo plan urbanístico de Salobreña que rectificó gran parte de los suelos utilizados para la plantación de la caña en suelos edificables que contaba en el 2000 con unas 1.000 hectáreas para cultivar la caña de las cuales sólo quedaban unas 300 hectáreas en el 2006, dió por finalizada la actividad.
El 14 de Marzo del 2016 tuve la suerte de visitar la azucarera Guadalfeo en el marco del Master of Spirits de Javier Pulido. Ya en un estado de conservación deplorable, contuve mi emoción durante toda la visita en donde Antonio José Rodriguez, el Director Técnico, nos explicó en detalle y con enorme pasión como ese gigante de hierro había dado sus ultimas bocanadas.
Sentí una tristeza enorme al ver cómo una empresa que dió de comer a 300 familias, una pieza histórica, estaba destripada frente a mi.
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